Los desayunos eran variados y sabrosos.

Disfrutamos de un fin de semana increíble. Las cenas siempre eran exquisitas y nos encantó la atención al detalle, especialmente el desayuno con opciones caseras y el yogur. ¡Definitivamente volvería a elegir este lugar!

decoración cuidada, habitaciones amplias, terraza agradable

El acceso con maletas es complicado por la rampa muy pronunciada!!! Además, el ruido de los huéspedes de arriba puede molestar en las noches!!! Podrían mejorar la carta del restaurante, ya que es un poco escasa!!!

Disfruté de una estancia muy agradable. La decoración es encantadora y te hace sentir como en casa. Las vistas al río son increíbles. La habitación era espaciosa, con una pequeña cocina. El personal fue muy amable y servicial. 🌅

La experiencia en Remanso Dos Patos fue tan agradable que sentí que cada rincón me daba la bienvenida como si fuera un viejo amigo. Las vistas del río, más hermosas que un cuadro en una galería, acompañaron cada desayuno en la terraza, y la piscina exterior era más refrescante que un chapuzón en el océano en pleno verano.

Poca variedad de actividades

el lugar promete mucho, pero la verdad es que me decepcionó, ducha diminuta y atención al cliente muy deficiente. además, esperaba un detalle especial por el inconveniente con mi habitación, pero nada, ni una disculpa. pensé en escribir una buena crítica, pero después de todo, simplemente no pude.

En Remanso Dos Patos, el ambiente tranquilo y las vistas al río son pura magia. La decoración rústica del hotel te hace sentir como en casa. Y no puedo olvidar el detalle de las cápsulas de café en la habitación, un lujo para empezar el día. Perfecto para momentos de relax después de una buena comida.

El desayuno, la verdad, se quedó corto en proteínas para los chicos jóvenes que llevábamos. Tuvimos que pedir embutido, pero no hubo problema. Y la piscina cerrada por la noche, una pena, porque un chapuzón silencioso bajo las estrellas habría sido un puntazo.

un hogar mágico donde cada desayuno es un pequeño ritual con vistas espectaculares en medio de la naturaleza gallega y un personal que te hace sentir querido

La atención del personal es excepcional, siempre dispuestos a hacerte sentir especial. Me encantó la experiencia de tomar desayunos en la terraza con vistas al río. Perfecto para desconectar.

Las vistas del río desde el restaurante son impresionantes. el personal es muy atento y siempre dispuesto a ayudar. Me encantó disfrutar de la piscina exterior y el ambiente tranquilo en el patio.

La señal de wifi podría mejorar para no perder la conexión en momentos importantes.

recomendaría a todos este lugar for una noche

acogedora habitación, amable personal, muy conveniente ubicación, donde disfrutamos de un delicioso desayuno en una terraza agradable y pudimos relajarnos en la piscina exterior mientras planeábamos nuestra visita al cercano aeropuerto de Santiago de Compostela.

Todo ha sido perfecto

El hotel tiene una decoración encantadora y un ambiente tranquilo. Las vistas al río desde la terraza son espectaculares, hacen que cada desayuno sea un momento especial. La habitación era amplia, contaba con una pequeña cocina y una terraza propia, lo que le daba un toque familiar acogedor. El personal siempre dispuesto a ayudar, amable y cercano. Aunque el patio es muy acogedor, la piscina es bastante pequeña y no tiene mucha oferta gastronómica en los alrededores. Además, tuvimos el problema de las hormigas en la habitación, y el colchón no era muy cómodo. La carta del restaurante es escasa, lo que limita las opciones para cenar. A pesar de estos detalles, disfrutamos de nuestra estancia y el entorno es precioso.

Hotel con encanto, vistas de ensueño y habitaciones muy cómodas. ¡Se siente como un hogar! La chica de recepción es un amor, siempre dispuesta a ayudar.

El colchón era más incómodo que un encuentro con un suegro en la cena de Navidad.

Bonita decoración y muy buena comida. Pero el wifi funcionaba mal y las camas son incómodas.

Un sitio ideal para desconectar y disfrutar

La decoración del hotel es encantadora y muy cuidada, lo que hace que te sientas en un lugar especial. La amabilidad del personal es destacable, siempre dispuestos a ayudar y hacer que tu estadía sea más cómoda. Las vistas desde la piscina son simplemente espectaculares y perfectas para relajarse después de un día explorando la Ribera Sacra. Me hubiera gustado tener más opciones en la carta del restaurante.